domingo, 25 de septiembre de 2011

Saber, saber y más saber

Resultan llamativo los diferentes conceptos que solemos tener de las palabras; por lo que esto lleva a plantearme la siguiente pregunta ¿Realmente sabemos qué significan?
Todavía no responderé a dicha cuestión; si no que a través del desarrollo que viene a continuación espero que lleguéis a la misma conclusión que yo.
El otro día en clase, se me rompieron muchos de los esquemas que habían perdurado en mi mente desde mi etapa escolar. Durante ese tiempo no te enseñan a pensar o a deducir las cosas; sino que simplemente te exigen aquello que está determinado en el curriculum y nosotros lo aceptamos tal cual. Pero de pronto, después de muchos años, llega una persona que hace tambalear aquello que pensabas que estaba firme. En ese instante, te paras y dices “ahora  es el momento de que yo empiece a querer saber más”.
Hasta hace poco, tenía la idea de que el concepto “literatura” era la palabra clave para saber aquello que estuviese relacionado con la misma. Sin embargo, en el transcurso de la clase aparecieron términos como cultura literaria o historia de la literatura. Ahí dije “ahora sí que no sé nada”. Pero gracias a todas las ideas aportadas por mis compañeros, así como las fuentes consultadas por mí, me han dado la oportunidad de aumentar mi vocabulario, empleando así de forma correcta los diferentes términos que en ocasiones vuelve nuestra mente en un puzle descolocado.
Salió uno de los temas que más nos trae por la calle de la amargura, que es la lectura. Los libros, al igual que muchas otras cosas están estipuladas o mejor dicho clasificadas por franjas de edades, pero no pensemos que esto se hace sin pensar, sino todo lo contrario, puesto que coinciden con las etapas evolutivas de los más pequeños.
Me resultó curioso el hecho de que Barco de Vapor fuese el primero en poner una serie de colores que marcasen las clasificaciones que se habían establecido con respecto a las lecturas que deberían hacer los más pequeños. Claro, pero en ese momento pensé en mi hermano ya que el leía cosas que estaban por encima de su edad, por eso no entendía muy bien las cosas. Pues realmente esas divisiones son algo general, pero perfectamente un niño de una edad superior, puede leer algo que bien se encuentre por arriba de ésta o por abajo.
Por otro lado, me gustaría hacer una referencia a otro de los términos que salió durante el desarrollo de la clase, que fue el de "literatura infantil". En un primer momento, la definición que se nos viene a la cabeza para explicar que es esto, diríamos que es aquella literatura destinada a niños. Pero quizá esta respuesta se quede un poco ambigua. Esto se debe a la amplitud junto con la poca precisión de ambos términos, tanto el de literatura como el de infantil. Además, muchas de las historias que están recomendadas para que las lean los más pequeños, en un primer momento no se pensó en que ellos fuesen los receptores, sino que simplemente se escribió una historia que quizá debido a la terminología o a los dibujos empezó a ser clasificada como literatura infantil.
Curiosamente cuando empiezas a indagar en conceptos como los propuestos en clase, te das cuenta que la equivocación que tenemos con respecto a determinados temas; no es de ahora, sino que tiene sus raíces mucho más atrás. No todo lo que leemos es literatura, ni toda la literatura es la que leemos, quizá esta sea la mejor manera de resumir mi aprendizaje con respecto al empleo de dicha terminología.
Al comienzo de la materia tenía un conjunto de expectativas que sinceramente no coincidían mucho con lo que estamos haciendo ahora en clase, junto con la manera de trabajar que tenemos en las mismas. Pero a pesar de todo, me convence mucho más esta forma que la tenía en mente. Considero que es una forma muy activa y positiva de trabajar, no sólo con gente de nuestra edad, sino también con niños y aunque pensemos que no van a responder como lo hacen los adultos, quizá nos podrían sorprender muy gratamente.
Todo esto me ha hecho reflexionar sobre el tipo de maestra que me gustaría ser; por eso tengo muy claro que les voy a dar la oportunidad a los chicos de que digan aquello que saben, de tal manera que este sea nuestro punto de partida para aprender. Me gustaría concluir con la siguiente pregunta: y vosotros ¿qué profesores queréis ser?