domingo, 30 de octubre de 2011

Este libro ¿ lo leerás?

Ficha bibliográfica:


Título: Un duende para Roberto

Autor: José Luís Olaizola

Editorial: Bruño

Tema: Este libro está escogido para que lo lean niños a partir de 4 años. Es cierto que el contenido del mismo es adecuado; ya que trata de un mundo fantástico que es el de los duendes. Es curioso porque presenta la situación de un niño que no tiene papá porque se murió. Esto hace entablar una relación entre ese mundo fantástico en el que todavía se encuentran, y la realidad en la que están. La parte positiva de esto, es que el final es bonito, algo que resulta lógico para las edades en las que estamos.
Al leerlo te das cuenta de que quizá el vocabulario no es del todo adecuado para niños tan pequeños. Esto no quiere decir que en un momento dado no lo puedan llegar a entender; sino que son términos que todavía no emplean al hablar.
Con respecto a la letra, considero que es totalmente apta para ellos, puesto que les facilita la lectura, sin embargo debemos fijarnos en un aspecto que en un momento dado se nos puede pasar por alto y es importante, éste es la palabra a “partir de”; por lo tanto si queremos que este libro lo lean niños de 6 años, tenemos que empezar a modificarles las letras.
Las frases que encontramos son cortas y muy sencillas, es decir, sin mucha información. Esto es muy bueno para ellos, puesto que les permite entender el texto. Además debemos tener en cuenta que por cada hoja escrita que hay, se acompaña de un dibujo que es explicativo, algo que favorece mucho la comprensión en los niños más pequeños.

Conclusión: Después de haber leído el libro, desde un punto de vista técnico, me arriesgaría a decir que en el primer ciclo de primaria, sí que lo utilizaría en el aula. Es el momento en el que ellos comienzan a poner en práctica una lectura mucho más significativa que la que hasta ese momento habían llevado. Pero teniendo en mente los aspectos analizados con anterioridad, el hecho de que el vocabulario no se ajusta al usado por ellos, me llevaría a contarles yo el cuento, o modificarlo yo de alguna manera sustituyendo dicha terminología por otra que a ellos les resultase sencilla de comprender.

Cuenta, cuenta..... ¿cómo es un cuento?

Resulta complicado resumir todos los conceptos que hemos ido viendo a lo largo de este primer bloque. Es cierto, que en un momento determinado al finalizar el tema, es cuando te percatas de lo amplio y extenso que ha resultado.
En primer lugar, me gustaría recordar algo de lo aprendido en el tema de introducción, ya que servirá como nexo de unión para comenzar con lo visto en el tema que nos concierne.
Si recordáis empezamos la asignatura haciendo una diferencia fundamental entre qué era realmente la literatura y qué se consideraba dentro de ese grupo pero luego no resultaba serlo.
Tenemos que tener en cuenta, que al trabajar cualquier tipo de tema, no se nos puede pasar por alto aquellas ideas previas que tenemos y que en muchas ocasiones no las damos por válidas. Digo esto porque a pesar de que nos parezca mentira, siempre sabemos más de lo que creemos.
El concepto literatura es muy amplio, quizá conforme vas sabiendo lo que abarca, te puede hacer ver que cometemos los errores de poner a todos los textos que leemos como literarios cuando esto no es así. Por ello comenzamos viendo esas características que deberían presentar aquellos escritos que se introdujesen dentro de este concepto.
Después, una vez que ya conocíamos esto, nos dirigimos al ámbito infantil, en donde más tiempo nos detuvimos. En ningún momento se nos puede olvidar que a pesar  de ser maestros de educación primaria, podemos trabajar con libros de literatura infantil. Pero claro aquí viene una de las cuestiones más relevantes e importantes que son necesarias para poder tener la base de unos criterios adecuados en lo que se refiere a la selección de los libros, que son los límites de las edades en el terreno de la literatura. Con ello me refiero a que sabemos que existe una literatura de primeros lectores, una juvenil y otra de adultos. Está muy bien que lo conozcamos, pero si desconocemos las edades que limitan, y por tanto separan, unas de otras, pues es igual que si no supiésemos nada.
La primera clasificación de los libros, teniendo en cuenta estas características la llevó a cabo la editorial: Barco de Vapor. Podríamos decir que fueron los pioneros en ponerla en práctica. Curiosamente cada una de estas etapas la denominaron con un color diferente unas de otras, quedando por tanto de la siguiente manera:
  • Serie blanca: Primeros lectores
  • Serie azul: 6 – 8 años
  • Serie naranja : 8- 10 años
  • Serie roja : 10 – 12 años
Esto nos sirve para darnos cuenta de lo presente que está ese receptor implícito en los libros, puesto que eso hará facilitará el desarrollo de  un nexo de unión con esos lectores. Esto debe, además, estar acompañado del momento evolutivo en el que nos encontremos, ya que la suma de amabas cosas, permitirán ya no solo que guste o no, que también, sino una mayor comprensión de aquello que estén leyendo. Esto es algo lógico, porque si tú te embarcas en un ámbito literario con el que te sientes identificado, bien porque sea parecido o igual al tuyo, te permite disfrutar del placer de leer un libro con calidad. A parte debemos añadirle la intencionalidad que en un primer momento tenga tanto el texto como el autor, que suele ser de carácter artístico y entonces nos saldrá un libro 10.
Esto me llevaría a recordar las funciones más abundantes que suelen tener los textos que son:
*      Función poética: Ésta hace referencia a la manera que tienen de escribir. Muchas veces no resulta tan complicado el hecho de escribir, sino el cómo poner por escrito aquello que tu quieres expresar.
*      Función expresiva: Esto se relaciona con el estilo, es decir, es la forma en la que cada autor pretende que tú conozcas cómo era su personalidad.
*      Función connotativa: Ésta consiste en la relación entre el emisor y el receptor.
Por eso es importante que esa cadena formada por los elementos del acto comunicativo, esté bien elaborada, ya que facilitará lograr el objetivo que tiene no solo el escribir sino también el leer un libro.
Por otra parte, no se nos puede olvidar que habrá algunos textos escritos en prosa y otros en verso. Nosotros debemos tener esto presente a la hora de conocer qué clase de características tienen cada uno de ellos. Habrá algunas de las mismas que sean iguales o muy parecidas, y sin embargo, otras que pongan matices diferenciales entre ambos como es el caso de la rima en los versos.
En muchas ocasiones al leer textos de las características anteriormente nombradas, nos da la sensación de que tiene una cierta musicalidad que nos permite a su vez darle entonación a la lectura del mismo. Pues bien, esto es como consecuencia de la rima. Sabemos que no es la misma siempre; en unos casos será asonante y en otros consonante, pero muchas veces ni siquiera tendrán rima; entonces hablaremos de un “verso libre”.
Una vez que ya hemos hecho un breve repaso por esos primeros conceptos que sentaron las bases para que nuestro aprendizaje fuese lo más significativo posible, centrémonos ahora en el bloque 1 cuyo título es “Literatura infantil. Análisis y selección”.
Siempre que iniciemos cualquier tema, tenemos que tomar como punto de partida el pensamiento divergente. Es decir, nos debemos plantear preguntas que nos lleven a unas determinadas respuestas y así de forma sucesiva, con el fin no solo de aprender; sino de hacernos autónomos de nuestro propio aprendizaje.
Como ya sabemos que características tiene la literatura infantil, veamos qué es lo que deben leer los niños, y en qué nos basamos para deducirlo.
Lo primero de todo es que aquello que nosotros mandemos, debe estar relacionado con la edad. Pero como es sabido por todos, no podemos generalizar; aunque sí que es bueno tomar ciertas características que al menos puedan orientarnos en nuestro proceso, que son las siguientes:
*      Los gustos: Estos sabemos que fluctúan de forma continuada, puesto que es algo normal y que además está íntimamente relacionado con el momento evolutivo, ya que los intereses de las personas van cambiando.
A pesar de que cada persona es diferente, parece que el mundo se mueve por corrientes de agua, con esto quiero decir que cuando hay un tema que se pone de moda, todos lo seguimos. Pues lo mismo ocurre con los libros de los más pequeños. Ellos son los que más hacen referencia a ese cambio, por que en muchas ocasiones va dirigido no solo implícitamente sino también explícitamente a ellos.
Por ejemplo, los dibujos es una vía de poder llegar a los niños de forma directa y lúdica, y en función del grado de aceptación que tenga en el entorno de los más pequeños, pues intentamos exprimirlo al máximo. Una prueba de ello, es la serie de “Bob Esponja”. En un primer momento comenzó como muchas otras series de dibujos animados, pero de pronto un día algo pasó que se ha convertido en un verdadero fenómeno. Todos aquellos productos que iban dirigidos a los niños, giraban en torno a este tema. Otro ámbito en el que también sucede esto es con las películas Disney. Siempre que hay el estreno de alguna de ellas, al poco comienzan a salir productos como camisetas, muñecos, estuches y libros en relación a la misma. Ésta última es una de las formas más divertidas de poder introducir la lectura en los niños puesto que están leyendo algo que realmente les gusta.
Por eso es importante que todo lo dicho anteriormente un maestro lo tenga muy presente en su día a día, para poder escoger los libros que a la mayoría le gusten con el fin de introducir en ellos el verdadero interés por la lectura.
Para poder saber un poco más de este aspecto me fui a informar a una librería de Madrid, que se llama “La mar de letras”. Además creo que es uno de los lugares en los que la información que te den puede ser una de las más fiables, al igual que si preguntásemos a los más pequeños.
El tema de los gustos, está relacionado con la temática, es decir, que no son cosas separadas y que por tanto si no están unidas, no conseguiremos de forma tan eficaz el objetivo que perseguimos.
Otro de los aspectos a tener en cuenta en la elección de un libro es:
*      El momento evolutivo: A él ya he hecho anteriormente referencia. Pero ahora lo haré de una forma más específica. Hay que tener en cuenta que hace tiempo esto no se tenía presente cuando comenzaron a hacerse las primeras publicaciones de libros para niños. Con el paso del tiempo y la gran evolución que ha existido en muchos ámbitos no solo en la educación, pues permitió que poquito a poco, aunque con paso firme se fuese sabiendo más de los cambios que se iban dando en los niños, junto con el por qué de los mismos.
De hecho, uno de los grandes psicólogos que se centró en la evolución y crecimiento de los más pequeños fue Piaget. Él marcó un antes y un después en muchos de los aspectos que giraban en torno a la educación, persiguiendo el objetivo de entender mejor el proceso de cambio que sufren los más pequeños.
Curiosamente, una de las preguntas planteadas en clase era en qué momento se empieza a considerar la literatura infantil cómo tal, teniendo en cuenta las etapas evolutivas; bueno pues en todas las fuentes consultadas por mí, ponían que fue a partir de que Piaget pusiese nombres y edades a los cambios que iban experimentando los niños. Además en otras muchas afirmaba: “en el instante en que se consideró al niño como un ser con una identidad propia y no solo como un futuro hombre”. Esto tal cual lo ponían en una de las páginas web que consulté, de la que de hecho os dejo el link por si os puede servir en un momento dado que es: www.ucab.edu.ve
Con respecto a esto, permitidme que os diga en muy pocas líneas la conclusión que saqué de ello. Parece mentira que hace tiempo los niños, por el simple hecho de ser pequeños únicamente se les viese como los futuros hombres y mujeres que llegarían a desempeñar un trabajo, permitiendo así ayudar económicamente a las familias. Realmente a esas personas les diría que no saben nada. Es cierto que debemos tener en cuenta las épocas de las que hablamos, puesto que antes el desconocimiento era bárbaro y se guiaban por las opiniones de la gente, o por aquellas que habían ido pasando de padres a hijos durante varios años. Sin embargo, no hace falta que nos vayamos muy atrás, ya que a día de hoy sigue existiendo gente que no concibe que un niño en un momento dado nos pueda dar tanta información con un gesto o mediante una sonrisa. No se nos puede pasar por alto, que los más pequeños también son personas, que desde mi humilde opinión, pueden llegar a enseñar tanto o más que un adulto.
Y por último, otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de escoger un libro, es
*      Su formato y su diseño: Esto es una de las cosas que la mayoría de las ocasiones se nos pasa por alto, puesto que no creemos que su relevancia puede ser tan grande como luego resulta. Resulta llamativo pensar que esto solo ocurre cuando el libro que vamos a comprar es para un niño. Ahora lo voy a explicar para que os deis cuenta de que es totalmente cierto. Cuando nosotros vamos a una librería, de pronto hay algunos libros que parece que nos están llamando para comprarlos, y allá que vamos. Pero ¿por qué ocurre esto? Bueno porque lo hemos ojeado por encima, entonces nos ha llamado la atención su letra, sus ilustraciones, su diseño y alguna que otra cosa más.
Pues esto también lo podemos, o mejor dicho, deberíamos ponerlo en práctica cuando nos referimos a libros para los más pequeños. Tenemos que pensar que aunque parezca que sus gustos no tienen mucho sentido, esto no es así. Estaría bien, que en ese momento desarrollásemos la empatía, es decir, la capacidad de transformarnos en niños por un instante, mirar el libro y decir si realmente nos atrae para leerlo o por el contrario no nos llama nada la atención.
Pero claro, nosotros hemos destacado su formato y su diseño, por lo tanto miremos que otros aspectos entran dentro de este grupo, y que debemos tener en cuenta a parte de cómo esté estructurado el mismo.
Uno de ellos son las ilustraciones. Éstas a pesar de no tener letras, en muchos momentos dan la impresión de contar más que la propia narración. Esta es una apreciación importante si estamos refiriéndonos al ámbito infantil. Considero que nosotros perfectamente conocemos o al menos sabemos que en las cabecitas de los niños corren verdaderos ríos y caminos llenos de imaginación y situaciones fantásticas, que no solo les hacen soñar a ellos, sino que a los adultos nos originan grandes sonrisas al escucharlos. Entonces debemos pararnos a mirar el interior de los libros, para comprobar que esas imágenes sean tan expresivas como son ellos.
Por otra parte está el tamaño de los libros. Es lógico que no podemos darles a los más pequeños un libro cuyo formato y tamaño está pensado para adolescentes, porque entonces lo único que estaremos consiguiendo es, ya no solo que aborrezcan la lectura, sino también que en un momento dado puedan llegar a frustrarse, ocasionando en ellos  un retraso en el ámbito  de la lectura. Así que deben ser realmente llamativos y fáciles a la hora de manejarlos para lograr el interés y entusiasmo por la lectura que es lo que buscamos.
Hay otro aspecto dentro de este grupo, que no se nos puede quedar en el olvido, que es la letra. Resulta peculiar pensar que durante mucho tiempo, hemos estado viendo la letra cursiva utilizada en los libros de los más pequeños, pero en ningún momento nos hemos parado a pensar que esto tenía un por qué. Por increíble que parezca, el hecho de emplearla les ayuda en el inicio de esos primeros años lectores. Esto es debido a que, como es sabido por todos al leer, hacemos una serie de fijaciones y movimientos sacádicos que nos permiten ir siguiendo la lectura. Bueno pues ese tipo de letra junto con el tamaño adecuado, les reduce el número de fijaciones que han de hacer; permitiéndoles por tanto un poquito más de comprensión en la lectura.
Otro de los motivos por los que es utilizado ese tipo de letra es meramente económico. Cuanto mayor sea el tamaño y la separación entre las mismas, más ahorro supondrá su impresión.
Para concluir el desarrollo de este primer bloque, me gustaría hacer un breve resumen de todo lo que en las hojas anteriores he ido desarrollando.
A la hora de seleccionar los textos o libros que trabajar en el aula con nuestros alumnos, no se nos pueden olvidar las edades, su momento evolutivo, junto con sus gustos, puesto que esto no facilitará alcanzar el objetivo que nos propongamos.
Por mucho que repitamos esto, parece que en ocasiones se nos pierde por la inmensidad de nuestros pensamientos y por tanto, nos lleva a lugares y metas erróneas.
La enseñanza es algo más que meros conocimientos, porque debemos tener en cuenta que estamos tratando con personas, que además tienen verdadera admiración por los profesores a la vez que por otros adultos, como pueden ser sus padres o sus abuelos. Los niños tienen un mundo entero por conocer a la vez que miles de sensaciones que descubrir, y nosotros junto con sus familias seremos los guías para poderles mostrar todo cuanto esté en nuestras manos. Por eso merece la pena, el esfuerzo de pararse tan solo unos segundos a pensar en todas las cosas e ideas dichas con anterioridad, porque así lograremos transmitir, no solo a ellos, el verdadero placer que tiene ser maestro por muy oscuras que estén hoy día las cosas. Demostremos al mundo y a la gente que con ganas y amor, nuestros niños aprenderán todo aquello que un día nosotros tuvimos, pero parece ser que ya se nos olvidó.

lunes, 24 de octubre de 2011

La buena elección...te abrirá las puertas a un mundo fantástico

Al comienzo de este primer bloque de trabajo pensé que no sería tan formativo como ha resultado. Normalmente, antes de empezar algo siempre te haces una imagen en tu mente de aquello de lo que va a tratar el tema.

En esta reflexión os podría contar aquello que hemos hablado en clase, pero considero que este tipo de comentarios no consisten en contar lo que durante un número determinado de semanas hemos escuchado. Mejor diría que consiste en ver cómo un mismo tema despierta, a la vez que aporta, cosas muy diferentes a un grupo de personas.

En primer lugar, me gustaría hablaros del título. Es uno de los elementos que en muchas ocasiones pasamos por alto, sin pararnos a pensar que es el enlace para engancharnos con la lectura de un libro o con el tema a trabajar, concretamente con su contenido. En este caso, parecía que iba a ser pura teoría; es cierto que es bueno tenerla pero en momentos muy precisos se asemeja al libro de la “Historia interminable”. Sin embargo, entra otro factor en juego que es la manera en la que el profesor lo enfoque, puesto que si en un momento dado el título no engancha a los alumnos tendrá que ser él quien lo haga. En el bloque 1, a mí me llamó la atención el término de “literatura infantil”, ya que hizo que despertase en mí la curiosidad de adónde me llevaría eso. En la mayoría de las ocasiones, parece que solo tiene que ver con  el mundo de los cuentos, pero a lo largo del desarrollo de las clases he comprobado que no era así. ¿Alguna vez alguien se plantea el porqué de un libro u otro para los niños? Pues no, ya seamos padres, abuelos, tíos da lo mismo porque cogemos cualquiera. Sin embargo, parémonos tan solo unos segundos a pensar recordando la pregunta que alguna vez hemos oído; ¿qué le gusta al niño? Esto nos lleva a pensar que inconscientemente sabemos que no todos los libros corresponden ni con los gustos ni con las edades de los mismos, y entonces, ¿por qué seguimos regalando sin saber? Indaguemos y convirtámonos así en personas con unos conocimientos adecuados para lograr que el mejor amigo de los más pequeños sea un libro y no un perro.

Una vez que ya hemos empezado a descubrir lo que se esconde detrás del título, vayamos ahora al interior de un libro. Creo que la mejor postura que podemos tomar es la de ser niños, puesto que así podremos comprobar qué es lo correcto o incorrecto al sumergirnos en un mar de letras. Curiosamente, éste es el nombre de una de las pocas librerías que quedan en Madrid donde aún se conserva ese encanto de hace años. Al entrar en ella sientes de pronto un escalofrío que te hace volver a ser un niño pequeño, recuperando así la inocencia junto con el interés por querer descubrir y saber todo. Cada rinconcito de ese pequeño lugar, te lleva a experimentar sentimientos distintos a través de los libros. ¿Vosotros sabéis la sensación de estar a gusto y seguro en un sitio?, pues así es como yo me sentí cuando fui.

Claro, pero las épocas sabemos que fluctúan enormemente, puesto que hay un conjunto de factores que influyen en ello. Por eso debemos saber cómo fueron las temáticas de esos primeros libros que se empezaron a publicar. Estoy convencida que al igual que yo, muchos de vosotros los habréis visto en casa de vuestros abuelos, pero en ningún momento os habéis arriesgado a cogerlo y echarle un vistazo. Bueno pues he de deciros que son realmente fantásticos, pero con excepciones. Desde mi punto de vista, pienso que el error de muchos de ellos es querer desde edades muy tempranas enseñarles valores, sin tener en cuenta  que por mucho que repitan el concepto no quiere decir que realmente lo comprendan. Por eso debemos pensar únicamente en entretener, puesto que en ocasiones servirá eso mucho más que cualquier otra cosa. Curiosamente si pensamos en experiencias que nosotros hemos vivido, se nos quedan mucho mejor en la memoria aquellos momentos divertidos que realmente hemos imaginado, dejando volar los pensamientos por mundos insospechados. Pues entonces ¿por qué eso ahora parece que se ha olvidado?  En muchas ocasiones hemos oído aquello de “cada etapa tiene lo suyo”, entonces, ¿no os parece que el mundo está lleno de contradicciones?.
Pero volvamos a retomar el tema que nos concierne que es la evolución de los libros desde hace unos años hasta ahora. Vamos a centrar nuestra atención en tres aspectos fundamentales que son:
·        Las ilustraciones: Estas podrán parecer poco importantes, sin embargo no es así. A los más pequeños les dicen mucho más que quizá, el desarrollo del cuento, porque su imaginación llega hasta límites insospechados. Pero por otro lado, me atrevería a extender esto a cualquier edad, aunque en diferente grado; es decir, en muchas ocasiones al leer un libro nos gusta ver aquello que nos cuenta el autor, aunque nos lo estemos imaginado. Afortunadamente, esto es una de las cosas que ha ido evolucionando con el tiempo.
·        La letra: Hasta que no hemos tocado este tema en clase, no se me había ocurrido pensar tanto en aspectos tan efímeros como aparentemente resulta ser la letra. Ésta hace años era igual fuese dirigido el libro para cualquier edad. Por el contrario ahora todos conocemos la letra de los libros de infantil, que curiosamente tiene un por qué. Al comienzo de la lectura, el número de fijaciones que deben hacer los niños es mucho mayor con una letra normal que con una cursiva; y además les permite en ocasiones enterarse un poco más de aquello que están leyendo.
·        La temática: Como ya hemos dicho con anterioridad es muy importante tenerlo en cuenta. Curiosamente, cuando tenemos una edad determinada, leemos libros con los cuales nos sentimos identificados de alguna manera, pues con los niños debemos de lograr lo mismo. El mundo infantil es muy diferente al de los adultos, ellos tienen fantasías, luces, colores y miles de cosas más; pues por eso lo que lean se debe asemejar con la realidad, mejor dicho con su realidad.
Estas apreciaciones que he ido desarrollando anteriormente, son aspectos importantes que hacen referencia a la segunda parte del título del bloque en el que nos encontramos.; Análisis y selección.

 Parece mentira todo lo que se esconde detrás de la literatura. Es curioso pensar que durante muchos años hemos estado considerando como buenos aquellos libros que todo el mundo decía que eran los más adecuados para los niños. Esto nos ha llevado a no pararnos a pensar que a fin de cuentas, por muy pequeños que sean, son personas. Con esto me refiero a que ellos también tienen derecho a  poder descubrir lo divertido que resulta leer. Sin embargo, aquí hay un grandísimo problema que origina el sentimiento totalmente contrario al que debería despertar en ellos.

Hablo desde mi propia experiencia, ya que yo soy una de esas personas a las que no les gustaba leer. De siempre me han intentado inculcar la lectura pero cuanto más me lo repetían e insistían en ello, más cabezota me ponía yo para no hacerlo. Considero que los gustos son muy subjetivos y por tanto han de ser elegidos por uno mismo; sin embargo en numerosas ocasiones los adultos que te rodean cometen el error de imponerte lo que a ellos les gusta. Con esto no quiero decir que los suyos sean peores, ni mucho menos, sino simplemente son los suyos. Además si echasen la vista atrás comprobarían que han ido fluctuando con el paso de los años, debido no solo a las causas de la situación social concreta en la que viviesen; sino también las experiencias con las que la vida les fuese sorprendiendo. Eso hace que la mayor parte de las veces, veas con otros ojos todo lo que te sucede.

Si os dais cuenta he dicho “gustaba”, es decir en pasado. Esto se debe a que con los años, he tenido la suerte de encontrarme con libros que realmente he vivido. Con ellos me he reído,  he llorado y he tenido el alma en un puño, o sea, que puedo afirmar que he disfrutado realmente teniéndolos entre mis manos. De hecho, ha habido libros que me han dejado huella; el último que leí en verano y con el que me pasó lo dicho en las líneas anteriores fue “Un burka por amor”. Es apasionante, además está basado en hechos reales y os lo recomiendo de todo corazón.

La razón por la que os he contado esto es  porque libros como éste y algún otro, despertaron en mí el gusto por leer, aunque un poco relativo. Con esto me refiero a que a pesar de que no me apasione la lectura, puedo afirmar que libros con los que me siento realmente identificada me están ayudando a descubrir que a través de ella, también se puede disfrutar.

Esto es lo que les sucede a muchos niños, por no decir a la mayoría respecto al leer. Mucha culpa de esto la tienen tanto profesores como familias; puesto que son las personas que llevan de forma conjunta la educación de ellos.

 Es increíble lo mucho que nos quejamos de lo que en los colegios han hecho con nosotros, pero tenemos la oportunidad de poder cambiarlo puesto que ahora nosotros seremos quienes mandemos esos libros.

Por todo ello, espero que al igual que yo, hayáis reflexionado sobre la importancia que tiene la buena elección de un libro. De ahí que quiera concluir con el siguiente proverbio árabe: “Un hoy bien hecho, hace de cada ayer un sueño de ilusiones y de cada mañana una ilusión de esperanza”.

sábado, 1 de octubre de 2011

A los verdaderos maestros

 Me gustaría compartir con vosostros este vídeo tan lindo. Considero que  todos aquellos que realmente tengais vocación os emocionará igual que a mí.
Espero vuestras opiniones