domingo, 30 de octubre de 2011

Cuenta, cuenta..... ¿cómo es un cuento?

Resulta complicado resumir todos los conceptos que hemos ido viendo a lo largo de este primer bloque. Es cierto, que en un momento determinado al finalizar el tema, es cuando te percatas de lo amplio y extenso que ha resultado.
En primer lugar, me gustaría recordar algo de lo aprendido en el tema de introducción, ya que servirá como nexo de unión para comenzar con lo visto en el tema que nos concierne.
Si recordáis empezamos la asignatura haciendo una diferencia fundamental entre qué era realmente la literatura y qué se consideraba dentro de ese grupo pero luego no resultaba serlo.
Tenemos que tener en cuenta, que al trabajar cualquier tipo de tema, no se nos puede pasar por alto aquellas ideas previas que tenemos y que en muchas ocasiones no las damos por válidas. Digo esto porque a pesar de que nos parezca mentira, siempre sabemos más de lo que creemos.
El concepto literatura es muy amplio, quizá conforme vas sabiendo lo que abarca, te puede hacer ver que cometemos los errores de poner a todos los textos que leemos como literarios cuando esto no es así. Por ello comenzamos viendo esas características que deberían presentar aquellos escritos que se introdujesen dentro de este concepto.
Después, una vez que ya conocíamos esto, nos dirigimos al ámbito infantil, en donde más tiempo nos detuvimos. En ningún momento se nos puede olvidar que a pesar  de ser maestros de educación primaria, podemos trabajar con libros de literatura infantil. Pero claro aquí viene una de las cuestiones más relevantes e importantes que son necesarias para poder tener la base de unos criterios adecuados en lo que se refiere a la selección de los libros, que son los límites de las edades en el terreno de la literatura. Con ello me refiero a que sabemos que existe una literatura de primeros lectores, una juvenil y otra de adultos. Está muy bien que lo conozcamos, pero si desconocemos las edades que limitan, y por tanto separan, unas de otras, pues es igual que si no supiésemos nada.
La primera clasificación de los libros, teniendo en cuenta estas características la llevó a cabo la editorial: Barco de Vapor. Podríamos decir que fueron los pioneros en ponerla en práctica. Curiosamente cada una de estas etapas la denominaron con un color diferente unas de otras, quedando por tanto de la siguiente manera:
  • Serie blanca: Primeros lectores
  • Serie azul: 6 – 8 años
  • Serie naranja : 8- 10 años
  • Serie roja : 10 – 12 años
Esto nos sirve para darnos cuenta de lo presente que está ese receptor implícito en los libros, puesto que eso hará facilitará el desarrollo de  un nexo de unión con esos lectores. Esto debe, además, estar acompañado del momento evolutivo en el que nos encontremos, ya que la suma de amabas cosas, permitirán ya no solo que guste o no, que también, sino una mayor comprensión de aquello que estén leyendo. Esto es algo lógico, porque si tú te embarcas en un ámbito literario con el que te sientes identificado, bien porque sea parecido o igual al tuyo, te permite disfrutar del placer de leer un libro con calidad. A parte debemos añadirle la intencionalidad que en un primer momento tenga tanto el texto como el autor, que suele ser de carácter artístico y entonces nos saldrá un libro 10.
Esto me llevaría a recordar las funciones más abundantes que suelen tener los textos que son:
*      Función poética: Ésta hace referencia a la manera que tienen de escribir. Muchas veces no resulta tan complicado el hecho de escribir, sino el cómo poner por escrito aquello que tu quieres expresar.
*      Función expresiva: Esto se relaciona con el estilo, es decir, es la forma en la que cada autor pretende que tú conozcas cómo era su personalidad.
*      Función connotativa: Ésta consiste en la relación entre el emisor y el receptor.
Por eso es importante que esa cadena formada por los elementos del acto comunicativo, esté bien elaborada, ya que facilitará lograr el objetivo que tiene no solo el escribir sino también el leer un libro.
Por otra parte, no se nos puede olvidar que habrá algunos textos escritos en prosa y otros en verso. Nosotros debemos tener esto presente a la hora de conocer qué clase de características tienen cada uno de ellos. Habrá algunas de las mismas que sean iguales o muy parecidas, y sin embargo, otras que pongan matices diferenciales entre ambos como es el caso de la rima en los versos.
En muchas ocasiones al leer textos de las características anteriormente nombradas, nos da la sensación de que tiene una cierta musicalidad que nos permite a su vez darle entonación a la lectura del mismo. Pues bien, esto es como consecuencia de la rima. Sabemos que no es la misma siempre; en unos casos será asonante y en otros consonante, pero muchas veces ni siquiera tendrán rima; entonces hablaremos de un “verso libre”.
Una vez que ya hemos hecho un breve repaso por esos primeros conceptos que sentaron las bases para que nuestro aprendizaje fuese lo más significativo posible, centrémonos ahora en el bloque 1 cuyo título es “Literatura infantil. Análisis y selección”.
Siempre que iniciemos cualquier tema, tenemos que tomar como punto de partida el pensamiento divergente. Es decir, nos debemos plantear preguntas que nos lleven a unas determinadas respuestas y así de forma sucesiva, con el fin no solo de aprender; sino de hacernos autónomos de nuestro propio aprendizaje.
Como ya sabemos que características tiene la literatura infantil, veamos qué es lo que deben leer los niños, y en qué nos basamos para deducirlo.
Lo primero de todo es que aquello que nosotros mandemos, debe estar relacionado con la edad. Pero como es sabido por todos, no podemos generalizar; aunque sí que es bueno tomar ciertas características que al menos puedan orientarnos en nuestro proceso, que son las siguientes:
*      Los gustos: Estos sabemos que fluctúan de forma continuada, puesto que es algo normal y que además está íntimamente relacionado con el momento evolutivo, ya que los intereses de las personas van cambiando.
A pesar de que cada persona es diferente, parece que el mundo se mueve por corrientes de agua, con esto quiero decir que cuando hay un tema que se pone de moda, todos lo seguimos. Pues lo mismo ocurre con los libros de los más pequeños. Ellos son los que más hacen referencia a ese cambio, por que en muchas ocasiones va dirigido no solo implícitamente sino también explícitamente a ellos.
Por ejemplo, los dibujos es una vía de poder llegar a los niños de forma directa y lúdica, y en función del grado de aceptación que tenga en el entorno de los más pequeños, pues intentamos exprimirlo al máximo. Una prueba de ello, es la serie de “Bob Esponja”. En un primer momento comenzó como muchas otras series de dibujos animados, pero de pronto un día algo pasó que se ha convertido en un verdadero fenómeno. Todos aquellos productos que iban dirigidos a los niños, giraban en torno a este tema. Otro ámbito en el que también sucede esto es con las películas Disney. Siempre que hay el estreno de alguna de ellas, al poco comienzan a salir productos como camisetas, muñecos, estuches y libros en relación a la misma. Ésta última es una de las formas más divertidas de poder introducir la lectura en los niños puesto que están leyendo algo que realmente les gusta.
Por eso es importante que todo lo dicho anteriormente un maestro lo tenga muy presente en su día a día, para poder escoger los libros que a la mayoría le gusten con el fin de introducir en ellos el verdadero interés por la lectura.
Para poder saber un poco más de este aspecto me fui a informar a una librería de Madrid, que se llama “La mar de letras”. Además creo que es uno de los lugares en los que la información que te den puede ser una de las más fiables, al igual que si preguntásemos a los más pequeños.
El tema de los gustos, está relacionado con la temática, es decir, que no son cosas separadas y que por tanto si no están unidas, no conseguiremos de forma tan eficaz el objetivo que perseguimos.
Otro de los aspectos a tener en cuenta en la elección de un libro es:
*      El momento evolutivo: A él ya he hecho anteriormente referencia. Pero ahora lo haré de una forma más específica. Hay que tener en cuenta que hace tiempo esto no se tenía presente cuando comenzaron a hacerse las primeras publicaciones de libros para niños. Con el paso del tiempo y la gran evolución que ha existido en muchos ámbitos no solo en la educación, pues permitió que poquito a poco, aunque con paso firme se fuese sabiendo más de los cambios que se iban dando en los niños, junto con el por qué de los mismos.
De hecho, uno de los grandes psicólogos que se centró en la evolución y crecimiento de los más pequeños fue Piaget. Él marcó un antes y un después en muchos de los aspectos que giraban en torno a la educación, persiguiendo el objetivo de entender mejor el proceso de cambio que sufren los más pequeños.
Curiosamente, una de las preguntas planteadas en clase era en qué momento se empieza a considerar la literatura infantil cómo tal, teniendo en cuenta las etapas evolutivas; bueno pues en todas las fuentes consultadas por mí, ponían que fue a partir de que Piaget pusiese nombres y edades a los cambios que iban experimentando los niños. Además en otras muchas afirmaba: “en el instante en que se consideró al niño como un ser con una identidad propia y no solo como un futuro hombre”. Esto tal cual lo ponían en una de las páginas web que consulté, de la que de hecho os dejo el link por si os puede servir en un momento dado que es: www.ucab.edu.ve
Con respecto a esto, permitidme que os diga en muy pocas líneas la conclusión que saqué de ello. Parece mentira que hace tiempo los niños, por el simple hecho de ser pequeños únicamente se les viese como los futuros hombres y mujeres que llegarían a desempeñar un trabajo, permitiendo así ayudar económicamente a las familias. Realmente a esas personas les diría que no saben nada. Es cierto que debemos tener en cuenta las épocas de las que hablamos, puesto que antes el desconocimiento era bárbaro y se guiaban por las opiniones de la gente, o por aquellas que habían ido pasando de padres a hijos durante varios años. Sin embargo, no hace falta que nos vayamos muy atrás, ya que a día de hoy sigue existiendo gente que no concibe que un niño en un momento dado nos pueda dar tanta información con un gesto o mediante una sonrisa. No se nos puede pasar por alto, que los más pequeños también son personas, que desde mi humilde opinión, pueden llegar a enseñar tanto o más que un adulto.
Y por último, otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de escoger un libro, es
*      Su formato y su diseño: Esto es una de las cosas que la mayoría de las ocasiones se nos pasa por alto, puesto que no creemos que su relevancia puede ser tan grande como luego resulta. Resulta llamativo pensar que esto solo ocurre cuando el libro que vamos a comprar es para un niño. Ahora lo voy a explicar para que os deis cuenta de que es totalmente cierto. Cuando nosotros vamos a una librería, de pronto hay algunos libros que parece que nos están llamando para comprarlos, y allá que vamos. Pero ¿por qué ocurre esto? Bueno porque lo hemos ojeado por encima, entonces nos ha llamado la atención su letra, sus ilustraciones, su diseño y alguna que otra cosa más.
Pues esto también lo podemos, o mejor dicho, deberíamos ponerlo en práctica cuando nos referimos a libros para los más pequeños. Tenemos que pensar que aunque parezca que sus gustos no tienen mucho sentido, esto no es así. Estaría bien, que en ese momento desarrollásemos la empatía, es decir, la capacidad de transformarnos en niños por un instante, mirar el libro y decir si realmente nos atrae para leerlo o por el contrario no nos llama nada la atención.
Pero claro, nosotros hemos destacado su formato y su diseño, por lo tanto miremos que otros aspectos entran dentro de este grupo, y que debemos tener en cuenta a parte de cómo esté estructurado el mismo.
Uno de ellos son las ilustraciones. Éstas a pesar de no tener letras, en muchos momentos dan la impresión de contar más que la propia narración. Esta es una apreciación importante si estamos refiriéndonos al ámbito infantil. Considero que nosotros perfectamente conocemos o al menos sabemos que en las cabecitas de los niños corren verdaderos ríos y caminos llenos de imaginación y situaciones fantásticas, que no solo les hacen soñar a ellos, sino que a los adultos nos originan grandes sonrisas al escucharlos. Entonces debemos pararnos a mirar el interior de los libros, para comprobar que esas imágenes sean tan expresivas como son ellos.
Por otra parte está el tamaño de los libros. Es lógico que no podemos darles a los más pequeños un libro cuyo formato y tamaño está pensado para adolescentes, porque entonces lo único que estaremos consiguiendo es, ya no solo que aborrezcan la lectura, sino también que en un momento dado puedan llegar a frustrarse, ocasionando en ellos  un retraso en el ámbito  de la lectura. Así que deben ser realmente llamativos y fáciles a la hora de manejarlos para lograr el interés y entusiasmo por la lectura que es lo que buscamos.
Hay otro aspecto dentro de este grupo, que no se nos puede quedar en el olvido, que es la letra. Resulta peculiar pensar que durante mucho tiempo, hemos estado viendo la letra cursiva utilizada en los libros de los más pequeños, pero en ningún momento nos hemos parado a pensar que esto tenía un por qué. Por increíble que parezca, el hecho de emplearla les ayuda en el inicio de esos primeros años lectores. Esto es debido a que, como es sabido por todos al leer, hacemos una serie de fijaciones y movimientos sacádicos que nos permiten ir siguiendo la lectura. Bueno pues ese tipo de letra junto con el tamaño adecuado, les reduce el número de fijaciones que han de hacer; permitiéndoles por tanto un poquito más de comprensión en la lectura.
Otro de los motivos por los que es utilizado ese tipo de letra es meramente económico. Cuanto mayor sea el tamaño y la separación entre las mismas, más ahorro supondrá su impresión.
Para concluir el desarrollo de este primer bloque, me gustaría hacer un breve resumen de todo lo que en las hojas anteriores he ido desarrollando.
A la hora de seleccionar los textos o libros que trabajar en el aula con nuestros alumnos, no se nos pueden olvidar las edades, su momento evolutivo, junto con sus gustos, puesto que esto no facilitará alcanzar el objetivo que nos propongamos.
Por mucho que repitamos esto, parece que en ocasiones se nos pierde por la inmensidad de nuestros pensamientos y por tanto, nos lleva a lugares y metas erróneas.
La enseñanza es algo más que meros conocimientos, porque debemos tener en cuenta que estamos tratando con personas, que además tienen verdadera admiración por los profesores a la vez que por otros adultos, como pueden ser sus padres o sus abuelos. Los niños tienen un mundo entero por conocer a la vez que miles de sensaciones que descubrir, y nosotros junto con sus familias seremos los guías para poderles mostrar todo cuanto esté en nuestras manos. Por eso merece la pena, el esfuerzo de pararse tan solo unos segundos a pensar en todas las cosas e ideas dichas con anterioridad, porque así lograremos transmitir, no solo a ellos, el verdadero placer que tiene ser maestro por muy oscuras que estén hoy día las cosas. Demostremos al mundo y a la gente que con ganas y amor, nuestros niños aprenderán todo aquello que un día nosotros tuvimos, pero parece ser que ya se nos olvidó.

1 comentario:

  1. Muy bien. Para que esté perfecto, deberías hacer alguna referencia a la historia de la literatura infantil y a cómo evoluciona el papel del lector en el concepto de los escritores: de un niño al que hay que educar, a un niño que tiene derecho a disfrutar de la literatura.
    Debes añadir también las fuentes que has utilizado (además de los apuntes y de tu propio razonamiento, claro) y reseñar lugares que te van a permitir estar al día en el tema de la literatura infantil.

    Lee, si quieres el bloque de Pedro (su blog es http://yoacabodellegar-pedro.blogspot.com/) para que veas lo que le he comentado a él y cómo ha organizado su tema 1.

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