En este bloque la actividad va en relación a lo que hemos ido viendo a lo largo del tema, con el fin de poner en práctica todo lo aprendido y ver hasta qué punto ha sido significativo.
Texto breve en prosa
El texto que pondré a continuación se titula: “El niño que nunca lloraba”
El protagonista se llama Rodrigo. Tenía tan solo 7 años, pero no conseguía por nada del mundo llorar, ni siquiera por películas tiernas adecuadas a su edad.
Este problema le venía de un tiempo atrás. Él tenía un perrito llamado Chimo. Éste era tierno y dulce, súper cariñoso y sentía pasión por nuestro protagonista. El cachorrito tan solo tenía un añito pero con una gran historia detrás.
Sus anteriores dueños le abandonaron cerca de la casa de Rodrigo que se encontraba perdida entre las montañas. Entonces Chimo fue andando hasta la puerta del niño, quedándose acurrucado en el felpudo que había a la entrada ya que le daba calor.
Después de volver Rodrigo a casa, se lo encontró y con una carita tierna les pidió a sus papás que si se lo podía quedar. Esos le dijeron que sí, y desde entonces no se habían separado jamás.
Pero un buen día cuando Rodrigo volvió de la escuela, vio que Chimo estaba muy raro. Entonces, acudieron sus papás y él rápidamente al veterinario, pero poco se pudo hacer por el cachorro que finalmente murió.
Tanta fue la pena que esto ocasionó en Rodrigo, que lloró y lloró sin consuelo alguno durante días y días. Después, siguió echándole de menos pero ya no podía llorar.
Al ver el problema que tenía su hijo, los padres acudieron al médico quien les dijo que nada podía hacer, puesto que se trataba de los sentimientos de él y ahí la medicina no podía ser aplicada.
Pasó mucho tiempo y un buen día la madre abrazó a Rodrigo a la salida de la escuela por la felicitación que había recibido por parte de la profesora, entonces el pequeño comenzó a llorar.
Lo único que le pasaba a nuestro protagonista es que no había vuelto a sentir el calor de un abrazo de sus papás desde que Chimo había muerto y a partir de este momento volvió a recuperar la ilusión junta con la emoción de algunos momentos.
A continuación el relato que escribo es un texto en verso. Sí es cierto que éste me ha resultado un poco más complicado por el hecho de que debía poner las palabras adecuadas y lindas que dijesen más de lo que en un momento dado quería contar.
Texto en verso.
La inmensidad de tu mirada,
Entre nubes se perdía,
dibujando en las ventanas,
mariposas todos los días.
En las noches en vela que pasamos,
Besos y abrazos regalaste,
A la dulce princesa
Que logró enamorarte.
Si en un rincón te escondías,
Con tierna dulzura reías,
Esperando que te viese,
En la más oscura sombría.
Puentes, y caminos recorriste,
Sin pensar de nuevo enamorarte,
Y de pronto encontraste,
Lo que en su día añoraste.
Por eso he de deciros,
Apuesto caballero,
Que mi corazón es de vos,
Y vos sois mi jilguero.
Diálogo teatral
La obra se titula historia de una flor.
Flor: Buenos días buen hombre
Hombre: ¿De dónde vienen esas voces? (mira para todas partes)
Flor: OH, ¡aquí!, ¡aquí!
Hombre: (se agacha y suavemente la toca) ¿cómo es que puedes hablar?
Flor: Un hada me encantó pero… ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡A mí me gusta mucho!!!!!!!!!!
Hombre: (cara de asombro) Y eso, ¿por qué?
Flor: porque así puedo expresar lo que los elementos de la naturaleza sentimos
Hombre: (risas) ¡qué linda que sois!
Flor: ¿Perdone podría pedirle un favor?
Hombre:(cara de asombro) Sí, claro, si está en mi mano, se lo haré.
Flor: ¿Me puede llevar usted a su casa y ponerme en una linda maceta para decorar la ventana?
Hombre: (Boquiabierto) pero ¿es que no te gusta estar en el campo?
Flor: (cara triste) Sí, pero dentro de unos días van a empezar a construir edificios y me van a matar… (Llora)
Hombre: ¡Claro que sí! (la corta con mucho cuidado y la lleva hasta la casa)
Flor: (sonríe) Gracias señor, por suerte, todavía quedan hombres buenos en el mundo.
Perfecto. Garcilaso de la Vega estaría orgulloso de tu égloga en verso pero anímate a jugar con el lenguaje sin los encorsetamientos de la rima. :)
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