Con cierta pena pero a la vez alegría, va dirigida esta reflexión que pone punto y final al camino que iniciamos a través del mundo de la literatura. Qué rápido pasa el tiempo, y qué de cosas nos hubiesen gustado aprender, o al menos a mí.
En este último bloque, se pude afirmar que pusimos el lazo que nos faltaba para cerrar lo que respecta a dicha materia. Hemos podido comprobar así cómo se puede alcanzar el objetivo de que los diferentes géneros para los más pequeños sean algo natural y cercano a ellos.
Hasta ahora, esto no se ha hecho bien. Parecía que los grandes autores eran personas muy cultas, que se encontraban en otra galaxia distinta a la nuestra sin darnos la oportunidad de poder conocerles y mantener una conversación con ellos, hablando irónicamente.
Por ello, desde mi punto de vista, considero que ha sido el tema mejor seleccionado para ocupar el último puesto en la lista de los bloques con los que hemos trabajado. Esto lo digo porque si se hubiese colocado al comienzo a todos nos hubiese parecido un tanto complicado poner en práctica lo poco o mucho que recordásemos de años anteriores. Sin embargo, como es el último, te permite que en base a los conceptos adquiridos no solo teóricos sino también didácticos, logrando así alcanzar los objetivos de la asignatura.
Realmente, hasta que no te encuentras con un tema totalmente práctico no llegas a percatarte de hasta qué punto ha sido significativo tu aprendizaje. La mejor manera de comprobarlo para mí ha sido este bloque.
Es impresionante la cantidad de conceptos que alguien debe adquirir para pode lograr comprender cómo y de qué manera se elaboran los cuentos o las poesías.
Es curioso, que normalmente, se piense que un cuento, una poesía o una pequeña obra teatral puede hacerla cualquier tipo de personas, mientras que cumpla con el requisito fundamental que es tener vocabulario y saber enfocar cada uno de los géneros que he dicho anteriormente en función de las características que tenga el público para el que vayan dirigidas.
Sin embargo, por otro lado, al parecer totalmente opuesto queda la poesía. Considero que este género sí que podemos afirmar que es el arte de la palabra, porque además es melodioso para el oído cuando lo escuchamos, y sinceramente ¿a quién no le gusta que le dediquen unos versos? Estoy convencida de que a la mayoría de la gente le gustaría.
Pero vamos a pensar cómo por un momento como diríamos a alguien lo mucho que le admiramos o queremos de una forma bonita y tierna. En este caso, creo que recurriríamos a aquello que hace unos cuantos años atrás escribieron otros poniendo esos mismos sentimientos.
Mirad os voy a contar algo. Yo he tenido la suerte de conocer a personas que escriben este tipo de género y realmente es cierto que en un momento dado parece que son personas totalmente extraordinarias completamente distintas a nosotros. Sin embargo, una de las conversaciones que he mantenido con ellos te hace ver que tú también puedes llegar a conseguirlo.
De hecho, lo único que debes hacer es escuchar a tu corazón. Esos miles y miles de sentimientos que en muchas ocasiones no nos atrevemos a reconocer por miedo al ridículo. Pues sabéis qué os digo, que dejemos atrás esa clase de pensamientos con el fin de que escribamos cosas realmente lindas.
Muchas veces no es tanto que exista una rima sino que cada una de las letras que escribamos expresen un pedacito de todo lo que se esconde tanto en la mente como en el corazón, ya que así podremos afirmar que nosotros también somos escritores.
Si hay algo que caracteriza mi persona es la fuerza de voluntad. Considero que no hay ningún tipo de impedimento ni de barrera a menos que seamos nosotros quienes nos cortemos las alas. De ahí, que si uno quiere pude; es decir, hemos de confiar en nosotros así como en nuestras capacidades para que el día de mañana estemos orgullosos de todos los logros conseguidos, así como de la formación y competencias adquiridas para poder transmitir todo ese conjunto de pensamientos a los más pequeños.
Perfecto. Y muy bonito.
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